Es un modelo de distribución de software donde el software y los datos que maneja se alojan en servidores de la compañía de tecnologías de información y comunicación (TIC) y se accede con un navegador web, a través de internet.
Consiste en poder utilizar una aplicación desde un ordenador cliente (ejemplo el ordenador de un comercial) hacia un servidor central emplazado en la empresa proveedora de sistemas y no en la compañía del cliente. También puede darse el caso de compañías de mayor tamaño que alberguen sus propios servidores y a la vez presten o vendan sus servicios de software a otras empresas del sector.
En resumen, el cliente no paga por la “compra del programa” (porque no lo compra), sino su explotación como servicio. No hay licencias por usuario y máquina, sino por la explotación que hará el cliente de ese servicio.